Walter Power, director general del Grand Ho Tram Resort, afirmó que, a pesar de los esfuerzos de Tailandia por legalizar el juego, no afectará significativamente a Vietnam.

Power hizo las declaraciones durante una mesa redonda en la conferencia del Juego de la ASEAN, celebrada en Taguig City (Filipinas).

Power sugirió que Singapur podría verse más afectado si los jugadores de perfil alto que actualmente viajan desde allí o Malasia desvían su atención hacia Tailandia.

Sin embargo, no está claro si Tailandia priorizará los locales o a los extranjeros.

Power recalcó los cuatro factores clave para el éxito de los complejos turísticos integrados: ubicación, gestión, marca y solidez financiera.

Subrayó la importancia de una presencia local fuerte y destacó el éxito de Macao debido a su ubicación en la provincia de Guangdong, con una gran población.

Lo contrastó con Marina Bay Sands, en Singapur, que tuvo que adaptar su oferta al mercado malayo.

El impuesto vietnamita sobre el juego, un reto

En cuanto a las cuestiones reglamentarias, Power habló del impacto de los impuestos sobre los ingresos del juego. Además, citó el impuesto del 35% de Vietnam como un reto que afecta a la capacidad del operador para ofrecer ventajas a los jugadores.

Insistió en la interconexión de diversos factores que afectan a la eficacia de la propiedad y destacó la importancia de invertir en la modernización de las instalaciones de juego. Por ello, citó el ejemplo de actualizar las anticuadas máquinas tragaperras del Ho Tram Resort.

Tailandia avanza para legalizar el juego

El Comité Parlamentario de Casinos de Tailandia ha ultimado un proyecto de ley que propone un impuesto del 17% sobre las operaciones de los casinos.??

Se trata de un paso importante por legalizar los casinos en el país y establecer un marco internacional para los complejos de ocio integrados que combinan el juego con diversas actividades recreativas.

La legislación propuesta se presentará a la Cámara de Representantes y se pretende que consiga un fuerte apoyo bipartidista.

Una vez aprobado por el Parlamento, el proyecto pasará al Consejo de Ministros, donde se prevé que sea aprobado sin problemas, en línea con la agenda económica del primer ministro Srettha Thavisin.

La estrategia del primer ministro da prioridad a la mejora del turismo y el consumo interno, componentes vitales de la base económica de Tailandia.