Personas importantes de las carreras de la República de Irlanda critican las medidas reguladoras que podrían tener efectos perjudiciales en el deporte. La propuesta de prohibir anuncios de apuestas antes de las carreras, prevista en el proyecto de ley de regulación del juego del Gobierno, preocupa por su impacto en la visibilidad del deporte, los ingresos de los hipódromos y los medios de subsistencia de los implicados.

Proteger el deporte

Barry Gibson, presidente de Entain, propietaria de la casa de apuestas Ladbrokes, advierte contra una legislación que podría socavar las carreras de caballos, un importante motor económico, especialmente en las zonas rurales. Gibson aboga por un enfoque diferente, en lugar de una prohibición radical e insta al regulador del juego a definir cómo debe gestionarse la publicidad de las apuestas.

Racing TV, canal de pago de las carreras irlandesas, advierte de que el proyecto podría poner en peligro la retransmisión del deporte en Irlanda. Los críticos sostienen que la prohibición podría afectar a los ingresos y al empleo de 30.000 personas, sobre todo en las comunidades rurales, donde prospera este deporte.

Un sector vital en peligro

Los operadores afirman que la relación integral entre las apuestas y las carreras de caballos destaca el da?o potencial que una prohibición general podría infligir a ambas industrias. Se subraya la importancia de permitir a las empresas de apuestas anunciarse en los hipódromos, una práctica asociada desde hace tiempo a la cultura del deporte.

Petición de una regulación más realista

Los que se oponen a la prohibición proponen excepciones para los canales de pago, similares a las políticas vigentes en Gran Breta?a y Australia. Racing TV, por ejemplo, exige que los abonados sean mayores de 18 a?os, de acuerdo con el objetivo de proteger a los ni?os de la publicidad del juego.

Personalidades destacadas del sector proponen que la consulta permanente entre Anne Caulfield, directora ejecutiva designada de la Autoridad Reguladora del Juego, (arriba), y el sector es esencial para garantizar un sistema de regulación que beneficie a todas las partes interesadas. Creen que el papel del regulador es vital para promover una industria sana de las apuestas y el juego y proteger al mismo tiempo a los clientes.

La propuesta de Ley de Regulación del Juego cuenta con un apoyo generalizado de los agentes del sector. Sin embargo, la preocupación por sus consecuencias imprevistas en las carreras de caballos ha suscitado debates sobre el equilibrio entre la regulación y la preservación del sector.

A medida que se desarrolla el proceso legislativo, la comunidad de las carreras de caballos espera con impaciencia un marco regulador que reconozca la importancia del deporte y aborde al mismo tiempo las preocupaciones sociales más generales sobre la publicidad del juego.

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